Era noche de lunaa la orilla de la mar,
la bruma nos envolvía,
momento para soñar.
Pero no era un sueño
era bella realidad,
la que viví en tus brazos
con dulzura deseaste,
mis labios besar.
Nuestras miradas se fundieron
de amor y felicidad,
tu sonrisa junto a mi boca
yo moría de ansiedad.
La luna nos iluminaba
desde el horizonte lejano,
con deseo, con mis ojos te decía,
acaríciame con la seda de tus manos.
Qué momento tan inmenso,
tu piel rozando mi piel,
tu mirada fundida en la mía
un oasis, que me hizo estremecer.
La noche avanzaba,
para nosotros, no contaba el tiempo,
tus labios en los míos
qué dulce nuestro secreto.
Secreto de un gran amor
que descubrimos amándonos,
tu rosa se te entregaba
engalanada de bella ilusión.
Y tú mí amado poeta
príncipe de mis sueños,
has llenado de ternura mis mañanas
tu aliento en mis labios,
a la orilla de la playa.
Rosario Ayllón.
Poeisa del Amor.
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